ARREPENTIMIENTO
Con la camelia se asocian dos nombres importantes: el de Georg Kamel, un jesuita botánico que trajo la flor desde China a Europa -en su honor se le ha dado el nombre a la flor- y María Duplessis, una bella cortesana francesa del siglo XIX, inmortalizada por Alejandro Dumas como Margarita Gautier en su famosa novela La Dama de las Camelias. Margarita, a quien el perfume de las flores hacía toser, llevaba siempre un ramillete de camelias, ya que ellas carecen de aroma. Durante los veinticinco primeros días de cada mes las llevaba de color blanco, y de color rojo los cinco días restantes.
Un cuento de la època transformaba a la camelia en una bonita mujer llamada Imperia. El propio duque de Venecia hubiese dado el anillo de boda a Imperia si hubiera sido libre para elegir. La mujer, de una belleza cautivadora, se casó con un conde de alma sensible y delicada. Pero el matrimonio resultó infeliz, porque el amor aburría a la fría y distante Imperia. Finalmente el conde, no pudiendo contenerse más, dijo a su bella esposa: " Sois como la camelia, la flor que trajo aquel jesuita de la lejana China. Sois muy hermosa, pero sin fragancia; os falta el verdadero perfume del amor". " Tenéis razón ", le contestó fríamente Imperia, " soy la camelia ". Su frialdad rompió el corazón del conde y le llevó al suicidio. Su cuerpo exánime fue encontrado en una góndola e Imperia entonces, llena de confusión y arrepentimiento, lamentó no ser capaz de sentir como las demás mujeres.