Os presento la nueva casita de Jorge del Nozal, en la que nos recibe con una estupenda idea, para regalar y compartir, aprovechando el don de su fantástica voz, con la que te envuelve, acaricia y te invita a soñar.
Toda la vida pegando saltos, y ahora viene un coreano, ¡ y lo pone de moda!
Parece ser, a juzgar por la cara de este chico, que hay que bailarlo enfurruñao o cabreao, que es lo mismo. Y a ver quién tiene pelotas de pegar cuatro brincos como estos sin reirse ni un poquito.
Es posible que se convierta en un novedoso medio de transporte, ecológico, gratis, y llegamos los primeros. Normal, nos van a dejar pasar. ¿ Quién no lo haría ? Yo la primera, me encuentro a alguien así por la calle, y le pongo la alfombra roja si hace falta.
Este muchacho ha conseguido superar al Tato, que nadie le conoce, y todo el mundo habla de él. Es lo que tiene ser ingenioso.